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30/12/22

Juancito Rodríguez y la expedición de Cayo Confites (8). La captura del Angelita

Pedro Conde Sturla

30 diciembre, 2022

Otros expedicionarios y otros navíos se sumaron a los que había en Cayo Confites, que ya de por sí estaba superpoblado y confrontaba problemas de todo tipo. Los entusiastas recién llegados muy pronto se convertían en compañeros de infortunio de aquellos que durante semanas o meses habían soportado el rosario de penurias que el cayo brindaba a sus visitantes. Reinaba, sin embargo, ocasionalmente, el entusiasmo, a pesar de las calamidades, la frustración y el desencanto. El día de la partida parecía estar cerca, pero nunca llegaba. En él incógnito día de la partida pensaban todo el tiempo los expedicionarios. Se decía que sólo se estaba en espera de un par de lanchas torpederas, otros dos bombarderos, que se agregarían a cuatro o cinco que ya estaban disponibles, y un nuevo y más moderno y grande buque que nunca terminaba de llegar y al que ya todos los hombres llamaban El fantasma. De hecho lo siguieron llamando fantasma aún después que apareció.

23/12/22

Juancito Rodríguez y la expedición de Cayo Confites (7). Los rigores del hambre

Pedro Conde Sturla 

23 diciembre, 2022

Expedicionarios en formación. FUENTE REVISTA BOHEMIA DEL 2 DE NOVIEMBRE DE 1947

La presencia de aviones del imperio y de la fuerza área cubana sobre los cielos de Cayo Confites no era nada auspiciosa. Del imperio no podía esperarse nada bueno, pero la hostilidad de los aviones de las fuerzas armadas cubanas causaba estupor. Alguna contradicción había entre el gobierno que apoyaba a los expedicionarios y el ejército que debía estar apoyando al gobierno. Además, en el cayo se confrontaban problemas mucho más serios. El abastecimiento de agua y comida se dejó al parecer como quien dice en las manos de Dios, y al parecer Dios estaba ocupado o por lo menos distraído. De otra manera no se explica cómo a los pocos días de la llegada empezaron a escasear los preciados alimentos. Se sometió entonces a los legionarios a un estricto racionamiento, a una dieta prácticamente de hambre.

16/12/22

Juancito Rodríguez y la expedición de Cayo Confites (6) La vida en el paraíso

Pedro Conde Sturla

16 diciembre, 2022


Los primeros expedicionarios llegaron a Cayo Confites el 30 de julio de 1947 a bordo de dos embarcaciones, el buque Aurora y el Berta. Una tercera nave, la goleta Victoria, perdió el rumbo a causa de un mal tiempo y apareció tres días más tarde con un cargamento de muertos vivos. Se les había acabado el agua y la comida y habían sido zarandeados de diestra a siniestra. Estaban amarillos, mareados, desfallecientes, sucios o más bien asquerosos, muchos de ellos tumbados sobre la cubierta, otros en el interior, nadando en sus propios vómitos y heces. Algunos estaban tan flojos que fue menester cargarlos para bajarlos a tierra. Pero lo peor es que dos de los más jóvenes tripulantes, un muchacho venezolano y otro cubano, habían desaparecido durante la marejada. La operación no había hecho más que comenzar y ya se contaban dos muertos. los dos primeros muertos.

10/12/22

Juancito Rodríguez y la expedición de Cayo Confites (5) Una línea en el horizonte

Pedro Conde Sturla
9 diciembre, 2022
Fidel Castro en un lugar no precisado

Cayo Confites era una especie de paraíso para las moscas y los mosquitos, un lugar surrealista que parecía haber sido elegido por el enemigo. Quizás el lugar perfecto para entrenar y endurecer a las tropas, que comenzaron a llegar a finales de julio de 1947.

2/12/22

Juancito Rodríguez y la expedición de Cayo Confites (4) Relaciones peligrosas

Pedro Conde Sturla

2 diciembre, 2022


Juan Bosch (sin camisa) en Cayo Confites junto
a varios compañeros

El cuadro que pinta Tulio H. Arvelo sobre la situación en el campamento de Cayo Confites es poco menos que deprimente, y en algunos casos alarmante. Uno de los expedicionarios había dicho en alguna ocasión que con tal de tener hombres para pelear habían reclutado a todo el que quería ir, pero lo que cuenta Arvelo en otro pasaje de su libro es aun más desalentador:

25/11/22

Juancito Rodríguez y la expedición de Cayo Confite (3) Un complot contra Bosch

Pedro Conde Sturla

25 noviembre, 2022


El “Ejército de Liberación Dominicano” contaba en apariencia con todo lo necesario para llevar a cabo una expedición militar exitosa, una invasión en regla por aire, mar y tierra. Contaba con suficientes recursos económicos, con barcos y aviones y una emisora de radio, contaba con buenas armas y equipos, con ametralladoras pesadas y bazucas, morteros y granadas, contaba con fusiles y armas cortas y abundantes pertrechos. Contaba, sobre todo, con hombres supuestamente bien adiestrados, motivados y decididos a combatir, con el respaldo y simpatía de varios gobernantes y gobiernos, empezando por el gobierno cubano. Además contaba hasta cierto punto con una base de apoyo, una especie de resistencia, en el interior del país.

19/11/22

Juancito Rodríguez y la expedición de Cayo Confites (2) Los reclutas

Pedro Conde Sturla

18 noviembre, 2022

En el mes de enero de 1946 —la época en que Juancito Rodríguez llega a Cuba, una vez terminada la segunda carnicería mundial—, todo conspiraba a favor de un gran movimiento insurreccional contra el gobierno de la bestia. No faltaban, por supuesto, hombres entrenados y con experiencia militar ni faltaban armas ni dinero para comprarlas a precios inmejorables. Había un exceso de disponibilidad. De hecho, quizás el mayor problema y una de las causas del fracaso de la expedición se debió al gran número de personas que se sumó a la empresa.

18/11/22

Juancito Rodríguez y la expedición de Cayo Confites (1) El comienzo del comienzo

Pedro Conde Sturla

4 noviembre, 2022

Juancito Rodríguez y su esposa acompañados por un sonriente Mauricio Báez. La Habana, Cuba, década de1940.

Juancito Rodríguez llegó a ser uno de los hombres más ricos del país, si acaso no el más rico. Dicen que llegó a tener mas de diez mil o quince mil cabezas de ganado, que los cerdos y las gallinas eran incontables, que tenía más de doce mil tareas sembradas de cacao y otras miles sembradas de café y otros productos agrícolas. Dicen que su finca, o más bien fincas, eran de las las mejores del área del Caribe. Dicen que producía millones de plátanos y guineos y víveres de todo tipo, que podía abastecer a toda la capital y que poseía una de las más acreditadas, quizás la más acreditada traba de gallos de lidia, finos caballos, una o varias cuadras de caballos de raza y paso fino, buenas casas, todo tipo de bienes a granel y mucho dinero…

16/11/22

EL PESCUEZO


 

YO ADIVINO EL PARPADEO

Pedro Conde Sturla


El imperativo gardeliano frustró mis aspiraciones: yo iba para cantante, quiero decir cantante de verdad, no un simple merenguero, ni siquiera baladista. Quiero decir cantante de abolengo, cantante de mucha vaselina y mucho pelo, con clase, con estilo, con escuela, con misterio. Quiero decir cantante de voz aceitunada, melosa, perfumada: un decidor de tangos, por ejemplo. 
Yo iba para famoso, sí señor, iba para estrella de variedad y para rico, iba para el cono sur, a Buenos Aires, querido. Ya me veía yo arrullando multitudes, sonsacando lágrimas a mares, rompiendo corazones. Me presentía yo en la cúspide del mundo, rodeado de periodistas, perseguido por admiradores, tocando y dejándome tocar, firmando autógrafos. Eso, sobre todo eso, firmando autógrafos, conociendo multitud de gente interesante, conociendo y dejándome conocer, tocando y dejándome tocar por los admiradores, dejándome adorar como santo de iglesia, sí señor. Muchos me adorarían por este modo que tengo de mirarme de reojo sin perderme de vista un sólo instante.