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12/9/21

La voz profunda del arte

Pedro Conde Sturla 

Creo que el arte y la historia se relacionan y se complementan armónicamente a través de los siglos. Nada vive fuera de la historia, ni siquiera la historia misma. Y el arte, fuera del contexto histórico, carece de significado, carece de asidero.

Lo que me pregunto es si el arte es. O si más bien ha sido y sigue siendo muchas cosas. Un sistema complejo de producción social de sentido desde la época de las cavernas, un ritual mágico, un instrumento de transformación social o tal vez algo "completamente inútil" como decía hipócritamente Oscar Wilde... 


En la finalidad del arte nunca he creído. El arte, en cuanto arte, no tiene deberes. Se lo impone un sistema de clases o se lo propone cada artista a su manera.


Lo cierto, lo que me parece innegable es que el arte, como dice Walter Binni de la poesía, “no es una flor que adorna y conforta la prosaica casa de los hombres, sino una voz profunda de sus problemas totales”. 


El hombre primitivo no sólo necesitaba pieles. Las pinturas rupestres, el bisonte herido y los cazadores de la cueva de Altamira dicen que tenía necesidad del arte para conseguir pieles y carne.


4/9/21

Jaula de pájaros 1-2)

 Pedro Conde Sturla 


(1)

La gente me contaba que lo veía con cierta frecuencia bebiendo tragos dentro de una jaula de pájaros que había construido alrededor de un árbol, una jaula grande que arropaba el árbol y que al parecer era su sitio favorito para tomarse sus tragos. Allí permanecía durante horas, dentro de aquella jaula enorme, y a veces durante días soñando con la novia de quince años que había dejado en Arenzano. Era una jaula de tela metálica hexagonal, lo que llamábamos entonces alambre de gallinero, que había fabricado él solito cuando todavía tenía fuerzas y de la cual no volvió a salir desde la última vez que su mujer se fue para siempre, dejando el rancho con todas las puertas y las ventanas abiertas. A él no pareció importarle cuando la vió partir con sus baúles repletos de ropa francesa y un montón de cachivaches que nunca había desempacado. Ni siquiera le dijo adiós cuando ella lo miró para despedirse con aquella expresión de tristeza y reproche que tanto le conocía. Pensó que volvería como otras veces al cabo de pocos meses de haberse ido para siempre y no le dió mayor importancia. Pero ella no volvería. Se había cansado de volver.

Jaula de pájaros (2 de 2)

Pedro Conde Sturla

3 septiembre, 2021

La vida era un espacio vacío entre dos tragos. Era, como quien dice, un quedarse mirando la sabana todo el día, viendo sin ver las cosas, sumergido en su mundo de fantasmas cordiales y borrachos. Algo así como un limbo, un trasoñar continuo. Un sueño y un trasueño.