Pedro Conde Sturla
23 diciembre, 2022
Expedicionarios en formación. FUENTE REVISTA BOHEMIA DEL 2 DE NOVIEMBRE DE 1947 |
La presencia de aviones del imperio y de la fuerza área cubana sobre los cielos de Cayo Confites no era nada auspiciosa. Del imperio no podía esperarse nada bueno, pero la hostilidad de los aviones de las fuerzas armadas cubanas causaba estupor. Alguna contradicción había entre el gobierno que apoyaba a los expedicionarios y el ejército que debía estar apoyando al gobierno. Además, en el cayo se confrontaban problemas mucho más serios. El abastecimiento de agua y comida se dejó al parecer como quien dice en las manos de Dios, y al parecer Dios estaba ocupado o por lo menos distraído. De otra manera no se explica cómo a los pocos días de la llegada empezaron a escasear los preciados alimentos. Se sometió entonces a los legionarios a un estricto racionamiento, a una dieta prácticamente de hambre.