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10/9/22

El intervalo comunista (3). Mauricio Báez


Pedro Conde Sturla

12-09-2022 




El día 7 de enero de 1946 estalló en el este, en la La Romana, en el corazón de la industria azucarera, la más grande y larga huelga de obreros que alguna vez sufrió el régimen de la bestia. Pocas veces, en toda la historia patria, había estado un movimiento de oposición a la bestia en manos de dirigentes tan capaces como audaces. Había en sus filas un activo, el Fer más valioso de todos: dirigentes obreros que le permitirían influir y accionar de manera determinante entre los trabajadores de la industria azucarera. Uno de ellos era Mauricio Báez, el más emblemático sindicalista en la historia de la República.


A Mauricio le habían salido los dientes en la lucha sindical, aunque también llegó a trabajar como obrero en el corte de caña. Empezó a batallar desde los años treinta, desde el inicio mismo de la era y muy pronto se dio a conocer por su carácter fogoso, insobornable. Sobresalía por “su alta estampa de negro formidable”, un negro perfilado y elegante al que gustaba usar traje y sombrero blancos. No tenía una educación formal, pero era dueño de una inteligencia despejada y de un talento y vocación de periodista, y era temible como orador, un orador de barricada, que recorría los muelles de San Pedro de Macorís y los numerosos locales de los trabajadores de la caña con sus palabras incendiarias, despotricando contra la injusticia y abogando por la unidad de la clase obrera. Organizó sindicatos, organizó y participó en numerosas huelgas y actos de protesta.

En torno a él, aparte de su inseparable correligionario Justino José del Orbe (el inolvidable Viejo Justo), se agruparon Héctor Porfirio Quezada, Julio Aníbal García Dickson, Alberto Laracuent Polanco, Hernando Hernández (padre de Homero Hernández Vargas), Benjamin Carela, Mario Julio Cuevas, Ismael Paulino y otros bragados dirigentes sindicales. Varios de ellos morirían de mala muerte en poco tiempo, asesinados por esbirros de la bestia, pero no sin haber logrado organizar numerosos gremios y una federación en la región, más una huelga de resonancia nacional.

Dice Crassweller que en esa época había en el este unas ciento cincuenta organizaciones laborales, aunque la mayoría obedecía a los intereses de la bestia. Se habían producido, sin embargo, varias huelgas (e incluso actos de sabotaje que incluían incendios provocados y descarrilamientos), y existía un auténtico fermento de rebeldía en la clase obrera.

El hecho es que al cabo unos meses de intenso trabajo organizativo se produjo, precisamente al inicio de la zafra, la madre de todas las huelgas en La Romana. Una huelga que —al decir de Crassweller— se extendió ampliamente, espontáneamente, hasta San Pedro de Macorís y que el aparato represivo de la bestia no fue capaz de detener con la fuerza de las armas, o que la bestia no se atrevió a detener a sangre y fuego por temor a las consecuencias, al posible entorpecimiento del proceso productivo. Fue la única huelga verdaderamente importante y exitosa que se le hizo al gobierno de la bestia y duró en total unas dos semanas y recibió —como dice Crassweller— la atención personalizada de los más altos funcionarios del gobierno.

Los acuerdos posteriores dieron a los obreros lo que habían buscado, un aumento sustancial del salario, que duplicaba lo que hasta el momento recibían los cortadores de caña y jornadas de ocho horas diarias. Además no hubo violencia durante la huelga ni hubo represalias mientras duró.

Lo que vino después fue, sin embargo, terrible, como era de esperar. Toda una ola o un tsunami represivo. Varios dirigentes serían burdamente asesinados y después acusados de cometer suicidio. Docenas serían encarcelados y otros se refugiarían en la embajada de México. 

La actitud desafiante de Mauricio y el enrarecimiento de la situación política lo llevaron primero a la cárcel y lo obligaron después a tomar la vía del exilio, del cual regresaría no mucho tiempo después con sus compañeros del PDRD que ahora se llamaba PSP. 

Desde que volvió a poner pie en la isla volvió a las andadas. Retomó de inmediato su labor de organizador y agitador en la región este, en el corazón de la industria azucarera, pero muy pronto se vería otra vez obligando a tomar la vía del exilio.

Mauricio Báez, el prominente líder comunista y sindicalista, volvería otra vez al exilio. El exilio en Cuba. Pero la bestia ya lo había sentenciado.

Mauricio no abandonó la lucha contra la bestia en el país ni en el extranjero. Denunciaba por la radio sus crímenes y atropellos y denunciaba la presencia de los espías y sicarios que importunaban la vida de los exiliados. Contra uno de ellos, el monstruoso Felix W. Bernardino, que era cónsul en La Habana, dirigía con frecuencia sus cañones. Lo acusaba abiertamente por los abusos y asesinatos que Bernardino había cometido en sus tierras del Este de la República Dominicana. El mismo monstruoso Bernardino a quien se le atribuye la planificación de su desaparición y muerte.

En varias ocasiones, su compañero Justino José del Orbe le había advertido del peligro que corría al exponerse públicamente de forma tan temeraria y de la necesidad de tomar precauciones. El día 9 de diciembre de 1950 se lo advertiría por última vez. En esa ocasión se trataba de una amenaza concreta. Justino era portador de un mensaje de la exiliada Genoveva Ramírez Alcántara, en la que esta le decía que había llegado a La Habana un grupo de sicarios de la bestia con el propósito de darle muerte a él y otros dos dirigentes del exilio. Pero todo fue inútil.

Uno o dos días más tarde Mauricio Báez recibió la visita de tres individuos con los que se le vio conversando en la calle, como si fuesen amigos o conocidos, se montó con ellos en un automóvil y desapareció para siempre.

De los horrores que sufriría solo es posible hacerse una idea, una pálida idea.

(Historia criminal del trujillato [104])

Bibliografía:

Robert D. Crassweller, “The life and times of a caribbean dictator. Gabriel Atilio, “Los comienzos de la lucha política de clases en la República Dominicana” (https://www.marxist.com/republica-dominicana-origenes-socialismo.htm).

Roberto Cassá, “Movimiento Obrero y Lucha Socialista en Republica Dominicana”. Bernardo Vega, “Un interludio de tolerancia”. José Abigail Cruz Infante, “Un líder sindical asesinado” (https://listindiario.com/puntos-de-vista/2008/09/21/74536/un-lider-sindical-asesinado)

3/9/22

El intervalo comunista (texto completo)

(1-6)

Los vaivenes del poder

Pedro Conde Sturla

19 agosto, 2022


El tercer gobierno de la bestia como presidente de la República (1942-1947) fue un período de bonanza para la clase dominante y también de grandes descontentos y agitaciones políticas y sociales. El precio de la materia prima, productos agrícolas y agroindustriales y minerales se disparó a causa de la segunda guerra mundial y permitió consolidar las empresas del tirano y de su familia, que operaban generalmente en régimen de monopolio. Los negocios de María Martínez de Trujillo subieron como la espuma y los ingenios azucareros se convirtieron en la primera fuente de divisas del país, es decir, del tirano.

2/9/22

El intervalo comunista (2)

Pedro Conde Sturla

2 septiembre, 2022

Mauricio Báez y Ramón Marrero Aristi

Entre los comunistas más conocidos de aquella época había uno al que le decían Chito, Francisco Henríquez Vásquez, y había uno al que llamaban Periclito, Pericles Franco Ornes. Dos compañeros de ideales que se iniciaron a muy temprana edad en la lucha contra el gobierno de la bestia. La meta que perseguían, sin embargo, no contemplaba el simple derrocamiento del tirano sino la revolución social.

26/8/22

El intervalo comunista (1)

Pedro Conde Sturla

Primeros miembros del Partido Socialista Popular 

que regresaron del exilio en 1946. De pie, de

izquierda a derecha, Fredy Valdez, Roberto McCabe, Ramón

Grullón y Mauricio Báez. Sentados de izquierda a derecha,

Héctor Ramírez, Rafael Ovenedit, Luis Escoto y Antonio Soto


19/8/22

Los vaivenes del poder

Pedro Conde Sturla

19 agosto, 2022



El tercer gobierno de la bestia como presidente de la República (1942-1947) fue un período de bonanza para la clase dominante y también de grandes descontentos y agitaciones políticas y sociales. El precio de la materia prima, productos agrícolas y agroindustriales y minerales se disparó a causa de la segunda guerra mundial y permitió consolidar las empresas del tirano y de su familia, que operaban generalmente en régimen de monopolio. Los negocios de María Martínez de Trujillo subieron como la espuma y los ingenios azucareros se convirtieron en la primera fuente de divisas del país, es decir, del tirano.

16/8/22

Armar el muñeco.

Cada semana o mejor dicho cada día me enfrento a la necesidad de armar el muñeco, organizar las ideas para escribir mi página para El Caribe y Acento.com, la misma que vengo publicando desde el lejano año de 2008. El muñeco es lo esencial, tiene pies y tiene cabeza.  La cabeza debe atrapar o por lo menos interesar al lector y los pies deben picar la curiosidad, dejarlo con ganas de seguir leyendo. No es un trabajo de oficinista, no tiene horario, me ocupa horas del día y de la noche, a veces me desvela a las tres de la madrugada. Es un flagelo, como decía Truman Capote, y es la felicidad de escribir, como decía Borges. 

PCS

13/8/22

Rubirosa (11 de 11) El patético final

Pedro Conde Sturla 

12 agosto, 2022

Muchas otras cosas empezarían a salir mal para Rubirosa y la bestia a partir de la revolución cubana. En 1960, a raíz de un fallido atentado contra el presidente venezolano Rómulo Betancourt, el gobierno del tirano y el tirano mismo cayeron de la gracia de sus amos. Cayeron definitivamente en desgracia con el imperio. Los países de la OEA (la llamada Organización de Estados Americanos), rompieron relaciones diplomáticas con la República Dominicana e impusieron severas sanciones. Aislaron el territorio nacional como si se tratase de una especie de leprosario.

5/8/22

Rubirosa (10) El principio del fin

Pedro Conde Sturla

5 agosto, 2022

El escandaloso idilio de Rubirosa y Zsa Zsa Gabor —salpicado con historias de adulterio, peleas a puñetazos entre un marido agraviado y su agraviador, demandas de divorcio por infidelidad—, hizo las delicias de los lectores de las revistas del corazón. La llamada prensa rosa o prensa amarilla, que se dedica a avivar la hoguera de las vanidades, a escarbar en la podredumbre, en los asuntos privados de los famosos, se dio banquete con los chismes, rumores o cotilleos a los que daba origen la relación de Porfirio y Zsa Zsa. Incluso hasta provocó que la bestia suspendiera durante un tiempo al conocido play boy del servicio diplomático.

29/7/22

Rubirosa (9) Sobre las olas

Pedro Conde Sturla

29 julio, 2022

Durante casi dos meses, entre 1953 y 1954, Rubirosa estuvo informalmente casado con Barbara Hutton. Mientras duró el matrimonio (y antes y después de haberse matrimoniado), mantuvo una torrentosa relación con Zsa Zsa Gabor, que a su vez mantenía relaciones con su esposo y con amigos de ocasión. La impronunciable Zsa Zsa era una glamorosa y mala actriz húngara que se hizo famosa por su belleza, sus grandes ojos azules y sus numerosos enredos y escándalos amorosos. Era parte de un clan, el clan de las Gabor, al que también pertenecían sus dos hermanas, que eran también artistas o pretendían serlo. La jefa del clan era hasta cierto punto la madre, una ambiciosa mujer que había entrenado a las hijas en el más descarado arte de conquistar y desplumar a millonarios de edad avanzada y darse la gran vida. Zsa Zsa y sus hermanas estuvieron involucradas en por lo menos veinte matrimonios (de los cuales se le atribuyen nueve a Zsa Zsa) y nunca les faltaron pretendientes para seguir casándose, hasta que se retiraron de la profesión.

22/7/22

Rubirosa (8) En la cima del mundo

Pedro Conde Sturla

Doris Duke no era una mujer bonita como Daniel Darrieux y tampoco era artista. Era más bien una belleza atípica, alta, elegante, con facciones de tipo caballuno, ojos rasgados, sonrisa maliciosa y desafiante. Pero como inversión era inmejorable. La relación con Danielle Darrieux no le reportó a Rubirosa mayores beneficios, a excepción de unas joyas con las que dicen que se se quedó. En cambio el matrimonio (y sobre todo el divorcio) con Doris Duke lo convertirían en millonario, lo lanzarían además a la fama, la verdadera fama.