Pedro CondeSturla
19 julio, 2025

Johnny Abbes García se dio a conocer como cronista deportivo. Escribía en El Caribe y escribía en La Nación y era comentarista de radio. Fue una verdadera pena, o mejor dicho una verdadera tragedia, que no persistiera en el oficio, que no se entregara a tiempo completo y para el resto de su vida a la crónica deportiva radial o escrita, incluso a la poesía, por la que alguna vez se sintió atraído. Pero Johnny Abbes García pensaba en grande. Se sentía llamado o mejor dicho arrastrado a un propósito mayor, a una misión, a una auténtica vocación de servicio a la que consagraría toda su miserable existencia. Serviría, en efecto, incondicionalmente a la bestia. La serviría como espía, como delator, como torturador y verdugo…