Pedro Conde Sturla
18 enero, 2017
En el pase de lista de aquel segundo teórico de la Escuela Normal de Varones Presidente Trujillo, los números 51, 52 y 53 correspondían a Federico Jovine Bermúdez, al autor de estas notas y a Miguel Guerrero, el mismo que escribe en las páginas de opinión de El Caribe todos los días y fiestas de guardar. El orden numérico era tan estricto que a cada alumno se le asignaba un pupitre en base al mismo, empezando por la primera hilera, y muchos de nosotros no nos conocíamos y no nos conocimos más que por el número, algo tan impersonal como el uniforme de caqui sin el cual no podíamos ni siquiera asomarnos a la puerta de entrada.