Pedro Conde Sturla
7 diciembre, 2024

La educación escolar de Ramfis Trujillo no fue mejor que la forma en que lo criaron, la de un niño mimado y endiosado al que nunca enseñaron ni obligaron a estudiar o asumir ningún tipo de responsabilidad. Fue una educación irregular, carente de método y consistencia. Alguna vez le asignaron tutores, asistió brevemente a escuelas privadas, donde dio grandes muestras de indisciplina, incluso estuvo brevemente en el Colegio Luis Muñoz Rivera, hasta que decidió que los maestros fueran a darle clases a domicilio. También el exiliado español José Almoina fue su profesor privado. De él recibiría clases una hora al día en el palacio de gobierno. Se graduaría después con notas brillantes y le sería conferido graciosamente el título de bachiller. Luego ingresaría a la universidad… De sus medalaganarios e informales años de estudios y su breve y también informal estadía en la universidad obtendría un título en docta ignorancia. Se convirtió en un perfecto analfabeto funcional.