Pedro Conde Sturla
26 julio, 2025
La extraña amistad de Johnny Abbes con Nene Trujillo le sirvió seguramente de palanca para acercarse al dueño (o administrador) del país. Según se dice, el mayor y definitivo acercamiento, lo que lo cambiaría todo, fue una carta que (tal vez gracias a Nene o a algún otro padrino) hizo llegar Johnny Abbes al despacho palaciego de la bestia. La carta cumplió con un doble propósito: ofrecerle sus servicios y motivar al mismo tiempo su interés. También es posible que haya sido Nene Trujillo quien lo presentara personalmente a la bestia, sin mediación de carta alguna. Lo cierto es que se cayeron bien, que se agradaron uno al otro. Ese fue el principio de una monstruosa amistad.