Pedro Conde Sturla
Nadal Walcot: el Caribe abigarrado de cocolos, trenes y guloyas |
De aquellos domingos, aquellas tardes dominicales en que Felix y yo nos reuníamos con Norberto a tomar cerveza, ya solo queda el recuerdo, apenas un recuerdo vaporoso. Norberto jugaba con sus hijas Ruth y Malva, bromeaba con su esposa, ponía música, hablábamos y tomábamos cerveza. Molinaza vivía en el cuarto piso y asistía a las reuniones. Pero Norberto se iría pronto para Boston y nunca más regresaría por mucho tiempo al país.